Por Nahuel Dominguez // @shinobinews
PH: Braian Silva // Facebook

El pasado viernes 12, en el coqueto Teatro Margarita Xirgu del barrio porteño de San Telmo, Nidos presentaba su tercer disco, llamado La Trampa. La gente poco a poco se acercaba para un encuentro muy íntimo y si bien el lugar «no explotó» en lo que se refiere a convocatoria, pudimos apreciar un cariño muy particular entre el público y la banda. Y es que no era para menos, ya que el power trío compartía por primera vez su nueva creación sobre un escenario.

“¿Les gustó La Trampa?”, fue el peculiar interrogante que planteó Julián, cantante y guitarrista de Nidos, como dando lugar a que el público se ponga a tono con el nuevo álbum. Y realmente sabemos de buena fe que esta suele ser la gran incertidumbre para muchos músicos a la hora de sacar a la luz nuevo material: la devolución del público. Por suerte, los comentarios buena onda florecieron y ese detalle acabó con cualquier tipo de tensión, haciendo que todo fluyera como se debe.

Con respecto a lo musical, la banda ofreció mucho colorido, en especial por los músicos sesionistas que trabajaban el sonido de forma que sea lo más fiel posible al disco. En escena no te careteaban nada. Lo que la gente fue a escuchar es lo que dieron sin mezquinar ni el más mínimo detalle. Fausto -en bajo, voz y teclado- se encargaba de cubrir todas las bases restantes dependiendo la canción. Sumado a todo lo mencionado, las luces le daban un toque mágico a la noche: verlos en vivo con los láseres que recorrían de punta a punta el lugar sumaban un elemento visual muy interesante. Esto se complementaba con la excelente calidad de arreglos vocales. Julián agitaba a la gente cuando largaba la viola para pasar a la posición de cantante. Los coros eran impecables, las armonías nos hacía notar un trabajo intenso y horas de ensayo puestas para que todo saliera así de bien. Además, algo notable era el sonido ochentoso clásico de bandas como Soda Stéreo o The Cure, presente y reinventado para este 2018.

La banda se floreó, agradeciendo en todo momento a su gente… y a ellos mismos por bancarse desde hace cinco años, aprovechando la noche para festejar en público este último detalle -no menor-: “es como un cumple, faltan las papitas”, comentó Julián, poniéndole un poco de humor al momento emotivo. Y como en toda fiesta, en la noche hubieron invitados, que se fueron sumando para algunas canciones. Entre la gente habían más músicos, seguramente amigos de los anfitriones de la noche, que tiraban comentarios y compartían risas cómplices con la banda. Era una reunión familiar más que un show, lo cual lo hizo todo mil veces más especial.

Cinco años es mucho y poco al mismo tiempo. Nidos tiene todo el tiempo del mundo para seguir en este camino de crecimiento constante. Si van como el viernes pasado, seguramente transitarán un gran camino.

Les dejamos el álbum de fotos del show, en directo desde nuestra fanpage en Facebook: