Por Kuruo // @shinobinews
Attaque, los ya legendarios muchachos que alguna vez se hicieron famosos con Hacelo por Mi allá por principios de los ’90, se presentaron por última vez en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el marco del festejo de sus 30 años, antes de empezar una gira por Europa, que recorrerá un total de cinco países.
La cita, el viernes pasado, contó con la apertura por parte de la banda invitada Traje Desastre, quienes desde temprano pusieron arriba al público que poco a poco iba llenando el Teatro Vorterix. Al estilo de un bonus track un poco más íntimo del ya lejano show que dieran por sus 30 años en el mítico Estadio Obras a fines de abril, Attaque volvió a salir a escena arrancando con la proyección de su nuevo video, como adelanto y regalo para los fieles fans locales. Lobotomizado, nombre muy acorde a los tiempos que corren desde la óptica siempre combativa de la banda, fue recibido con un caluroso aplauso.
Acto seguido, alrededor de las 21:20, la banda compuesta por Mariano Martínez -guitarra y voz-, Luciano Scaglione -bajo y voces- y Leonardo de Cecco -batería- iniciaría su extenso repertorio que abarcaría casi 40 canciones, en el cual también habría sorpresas y cosas para remarcar, comenzando con Espadas y Serpientes, seguido de Como Salvajes y Vacaciones Permanentes, con unas ligeras pausas entremedias de este último tema para hacer que todo el teatro salte y coree.
Ángel, Gil y Western serían las que estarían cerrando este primer ciclo, antes de empezar con ciertos momentos emotivos que son capaces de demostrarnos que aunque se trate de una banda de gran trayectoria como es Attaque, nunca se olvidan de sus raíces y de los que estuvieron con ellos desde sus inicios, es así que Brigada Anti Disturbios sería la canción que homenajearía a un fan que falleció hace relativamente poco, “La chancha metálica”. Con El Cielo Puede Esperar, empezaría una parte bastante movida del show, digna para mover el esqueleto con temas como Ska del Éxodo y El Jorobadito, con trompetistas en escena. Finalizando con esta danza que azotaba Vorterix, Mariano invitó a Claudio Leiva, el primer invitado de la noche, quien fue el primer baterista de la banda y, además, baterista en su anterior banda, Cabeza de Navaja -un dato curioso para remarcar, es que se enteraron que en la actualidad, están usando ese nombre para otra banda-. Juntos tocaron El Gran Chaparral, y a continuación, casi como por arte de magia, invitaron a la segunda invitada de la noche que fue bajista de la banda mencionada anteriormente, Alejandra Gravinese quien tocó junto a la banda Ya sé, como en los primeros ensayos.
Luego de estos encuentros, un tanto anecdóticos para ellos y haciendo sentir que el compañerismo siempre estuvo presente, Plaza de Perros, Ojos de Perro y Cuarto Poder sonaron uno tras otro, para dar lugar a Días de Desempleo, Iemanja y Amigo, antes del último invitado de la noche, quien sería ni más ni menos que «El Chino» Vera, bajista de Attaque en la época de los discos El Cielo Puede Esperar y Ángeles Caídos, que se sumó a ellos para tocar Jodie.
Finalizando con estos emotivos momentos, ya casi abriendo la última instancia de la velada, No te Pudiste Aguantar, Ángeles Caídos y Tres Pájaros Negros hicieron su escénica aparición, en conjunto con Numancia, San Fermín, El Pájaro Canta Hasta Morir, Chicos y Perros y Alza tu Voz, antes de centrarse en un tramo especial, que no muchas bandas hacen… Que es tocar pedazos de canciones revolviendo el baúl de los recuerdos, del cual destacamos Flores Robadas, tema el cual fue vitoreado por todo el teatro, queriendo que sea completo, Antihumano, Crecer, tema en recuerdo a la infancia y los primeros pasos de todos los presentes, Luz y Surfeando en el Soretero.
Terminando con este ciclo, se realizaría el primer y único parate el show, el cual le daría al público el tiempo necesario para recuperar aire y energías, antes de la entrada en calor de Dame Fuego, cover de Sandro. Cuando parecía que Donde las Águilas se Atreven -la canción más esperada por los fanáticos de la banda- sería la indicada para cerrar el show, Mariano hizo una petición que nadie pudo rechazar: cantar el último tema con una letra muy extensa pero muy significativa, la cual fue Perfección -cualquier semejanza con la actualidad argentina y latinoamericana no es coincidencia, recomendamos buscar el tema y escucharlo atentamente-.
Sin duda alguna, ya con los festejos terminados en la Ciudad de Buenos Aires, Attaque 77 nos demuestra presentación a presentación que siguen dando la talla y estando a la altura de las expectativas que todo el mundo tiene con ellos. Y, también, que todos esperamos el mayor de sus éxitos en la gira y un pronto retorno a los escenarios locales para seguir rockeandola todavía más.
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