Por Leon Seb // @leon.seb
PH: Leo Bazán
El rock está lleno de variantes, con algunos géneros más conocidos y otros que pasan desapercibidos. Pero a veces suele suceder algo curioso con el género que el Ciclo Anomalía, intenta dar a conocer: el Math Rock.
En sí, estas bandas dan vuelta todo de cabeza: métricas complejas, melodías con tapping y, para ser un rock bastante movido, guitarras que suenas con leves distorsiones. Sumando a esta movida, Anomalía se ha postulado ya como un ciclo referente de bandas Math en Argentina, pero también se enfoca en otros géneros experimentales como Post Rock y derivados del Hard Rock. Desde su primera edición en el año 2015, vive como un evento con cierta temática musical que abarca a las bandas que se presentan, evitando una mezcla extraña y llevando el mismo ambiente. Con el espíritu del under, también funcionan como sello de difusión virtual y gira de conciertos.
En esta ocasión -su novena edición- se presentaron los grupos Ostende, Kjjjjjjjjj y Malviaje en el Espacio Cultural Mi Casa, donde un escenario apenas levantado del suelo los separaba de la gente.
Ostende es un grupo de Morón de Post-Hardcore que posee en el vivo una fuerza brutal, con momentos de violencia y otros de calma, que hicieron que no dejen a ninguna persona quieta en el lugar. El local se iba llenando progresivamente al punto que el público estaba al borde del escenario gritando con ellos las letras de sus temas. Pogos, golpes y manos alzadas pintaron el show del grupo. Cercanos a su gente, la banda conversaba con ellos como si fueran «un amigo más», a lo que se le llama «el espíritu del under» donde siempre les agradecen a todos por haber venido.
Siguió Kjjjjjjjjj -como ellos explican: «una K y nueve J»– que ya tenían a esa altura del evento un sitio saturado de gente con una larga fila de espera todavía. La formación de cuatro instrumentos -batería, guitarra, bajo y sintetizadores- la convierte en una banda instrumental sólida y consistente. Inmersos en la oscuridad y con unas luces azules tenues encajaban perfecto con el ambiente que había pintado la banda anterior y lo que estaba por venir. Con una mezcla de riffs propios del Math Rock y ambientes del Post Rock, ofrecieron el auge de la noche: el lugar desbordado, oyentes que bailaban al ritmo de las síncopas y pies que se movían. Sea rápido o lento el tema, saben mover a un público en un amplio espectro de tiempos y, simplemente, nadie podía quedarse quieto.
Para cerrar la noche, Malviaje apareció en escena presentando su nuevo disco Memorias. Esta banda, que va a estar realizando la misma presentación por Santa Fe y varios lugares de Buenos Aires, se caracteriza por ser un power trío de pibes que se divierten con el público cada vez que tocan: sonríen, gritan y hasta hablan con la gente entre tema y tema. Inclusive, el público fue coreando las frases de la guitarra que fueron variando entre algunos de su disco anterior, 8 Bits, y el resto de sus temas nuevos. Al ambiente previo se le sumó una onda Stoner y más pesada sin dejar las frases melódicas y los bailes sincopados propios del Math, brindando como corolario una sensación de explosión musical.
Uno de los dichos urbanos más conocidos es que «en la ciudad de Buenos Aires siempre hay algo que hacer, nunca duerme». Estas nuevas movidas y exponentes de géneros demuestran que sin dudas el dicho es cierto.
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