Por Cristian Carbone // @shinobinews
PH: Verónica Mortes
El pasado sábado 8 de abril, señoras y señores, hubo fiesta en el «Club de Fuzz local». Así es, sin duda fuimos testigos de un evento, festival o reunión de amantes de la música más experimental y voladora, de esos sonidos que están tan en boga últimamente -o no tanto, recordemos que las primeras bandas del género aparecieron ya hace más de 20 años- y que se suelen denominar bajo el rótulo de Stoner Rock.
Pero las modas no son sinónimo de convocatoria y es allí donde entra en juego el melomanismo. Es que, simplemente, por más que se hable tanto en estos años del Stoner, el público suele quedarse sólo con las bandas fundamentales o más reconocidas, dejando de lado otras agrupaciones que merecen ser escuchadas.
La introducción es válida para comentarles que el sábado, en el Lado B de Niceto Club, se presentó The Atomic Bitchwax, una banda formada en New Jersey en 1993 por el bajista y cantante Chris Kosnik -actualmente en Monster Magnet-, Bob Pantella -también miembro de Monster Magnet– en batería, y el carismático Finn Ryan en guitarra -que hasta «le hizo ojitos» y le tiró unos besitos a nuestra fotógrafa-. Con seis sólidos discos, dos EP’s y varias participaciones en compilados del género, raro era que no hayan desembarcado en el país antes de este año. Si habláramos de gustos personales, 3 -así se llama el álbum- es uno de nuestros discos predilectos, pero tampoco podemos dejar de lado The Local Fuzz, un sólo track de 42 minutos con más de 50 riffs, tal vez menos psicodélico y más rockero dentro de lo que se estila dentro del Stoner, con mucha influencia de los ’60, poderosos riffs de guitarras y mucho garage -si no lo escuchaste, ¿qué estas esperando?-.
En cuanto al mega festival organizado por Venado Records, como no podía ser de otra manera… ¡llovió todo el día! -¿es idea nuestra o cada vez que toca una banda Stoner llueve en Buenos Aires?-. La noche arrancó con Mondo Dromo, banda de Neuquén, y mientras la gente llegaba y se secaba las gotas que caían del firmamento, estos muchachos dieron la apertura a lo que iba a ser una gran noche.
Siempre el mismo dilema, ¿cómo etiquetar a una banda? ¿Decir a quiénes se parecen? ¿Buscarle algún estilo similar? Según la información en su sitio Web, Mondo Dromo hace «rock futurista» y si en el futuro se rockea así, amigos, queremos llegar a bien viejos para seguir rockeando de esa manera. Los neuquinos hicieron un set list muy bueno, y, casi como si fuera una obra temática o una ópera, en el segundo acto salió a escena Persona, banda que hipnotizó a su público por el sonido potente -y estruendoso- completamente prolijo, que nos dejó boquiabiertos y a quien escribe casi volcando su cerveza. Para los amantes de la historieta, esta banda tiene un tema que se llama El Eternauta. A no perdérselos, porque realmente fueron impactantes.
¿Alguien recuerda cuántas veces vio bandas buenas antes de la banda principal? Nos referimos a bandas que mantengan una misma línea además de ser buenas y compactas. Sinceramente, pocas veces vimos una homogeneidad tal entre bandas y soportes y banda principal como lo sucedido el pasado sábado. No podemos decir que «telonearon» porque la palabra indicada es que «acompañaron» esta velada junto con The Atomic Bitchwax, que arrancó ya en madrugada -¡sí! ¡como en los viejos shows de antaño!- y comenzaron a rockear hasta sacar la última gota de energía de su público.
Fueron 18 temas en total, arrancando con In the Flesh, un cover de Pink Floyd. Hubo dos reversiones más de la banda británica, nuevamente In the Flesh antes del encore y al regreso Pigs -Three Different Ones-. Además, se destacaron Stork Theme, Birth to the Earth, 45, la genial Hope You Die, The Destroyer -de ese gran disco que mencionamos llamado 3– y muchas gemas que quedarán grabadas en la cabeza de los que asistimos a una noche que, sin dudas, es para contarle a los amigos. Ver a tres tipos que están por alcanzar los 50 años con semejante energía y entrega no es algo que presenciemos una noche cualquiera desde abajo de un escenario. Y claro, ellos siempre con una sonrisa dibujada en el rostro.
En síntesis, The Atomic Bitchwax nos regaló un set list directo al pecho, sin respiro y sin decaer en ningún momento. Brindamos por la gente de Venado Records que ya viene dando grandes ejemplos a la hora de elegir
bandas que visitan por primera vez nuestras tierras -recordemos el show de los legendarios Yawning Man en 2015-.
Nota: ya con el cuerpo cansado y húmedo, pero feliz de haber vivido una noche inolvidable de verdadero rock, volvimos caminando por las calles de Palermo con mi amigo Fer Weinrich, justamente el culpable de que yo haya entrado a este fabuloso mundo del Stoner, esperando repetir en breve otra gran noche como la que habíamos acabado de presenciar.
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