Por Kuruo // @shinobinews

Carajo se presentó nuevamente en esta fiesta que ya es un clásico para muchos y Shinobi News no podía faltar, como siempre, en apoyo a esta movida clandestina y a una de las bandas que más nos gusta cubrir. Una noche de sábado muy diferente a las demás en este verano porteño, sin saber lo que nos aguardaba… sólo la misma velada nos podía guiar por el camino certero de la música y la fiesta.

Con un comienzo muy singular, mezclando muchos géneros relacionados al rock y el metal por los parlantes y rotando por todo el lugar, la espera por los shows se iba apaciguando con calma y disfrute, haciendo mucho más llevadera la noche hasta la entrada de la primera banda invitada al escenario, quienes serían los que también terminen dando una grata sorpresa a los presentes.

A la 1 y media de la madrugada, Huevo comenzó con su presentación, bastante original e ingeniosa en conjunto con su público que parece ser bastante seguidor, logrando un correcto show durante la velada. La banda liderada por Julián Baglietto -hijo de Juan Carlos, reconocido músico argentino- empezó con todo un año que se viene con un plato fuerte dentro de muy poco: la participación en el festival Lollapalooza Argentina 2017.

La esencia de la música de Huevo es el rock, aunque tiene influencias de muchos lados: lo clásico nacional, las letras en español, algo de Jazz, Tango, Cumbia. Sin dudas, es una banda que se viene con todo y que pronto dará que hablar.

Cuando finalizó este primer show, la fiesta siguió su rumbo. Sin bien había un poco más de cansancio entre todos los presentes, no lograba vencer la expectativa por lo que estaba por venir.

Cerca de las 3 y media, las luces del lugar se apagaron y sólo quedaron prendidas las del escenario, que todavía estaba a telón cerrado. Mientras tanto, comenzaron a sonar un par de acordes de fondo… Y en un abrir y cerrar de ojos, el telón se abrió y Carajo entró en acción tocando Libres, abriendo un show único, muy impensado para muchos por las sorpresas que nos aguardaban. Continuando con una lista especialmente diagramada para esa noche, Joder, La Venganza de los Perdedores y Drama sonaron bien fuertes y nos hicieron retumbar el pecho a todos.

En este punto, la banda había demostrado que estaba para más y quería que su público los acompañe, siguiendo con Chico Granada, Ironía y Pura Vida, con un muy buen show de luces en conjunto con las imágenes en la pantalla del escenario, algo muy productivo.

Las cosas se empezaron a descontrolar cuando sonaron los acordes de El Error, Humildad y Tracción a Sangre, haciendo que la gente quiera más y demostrando que el cansancio no era algo que impida disfrutar de un show de estas magnitudes. Triste, Luna Herida, Ácido y Sacate la Mierda cerraron lo que sería la anteúltima parte del show, el cual parecía que ya había terminado. Sin embargo, una sorpresa muy especial y significativa aguardaba tras bambalinas.

Luego de un lapso de 5 minutos de descanso, algo que vino genial para recuperar energías, aire y volver a tener líquido en el cuerpo, los músicos, muy motivados por el ambiente y las ansias de la gente de tener todavía más, nos dieron una sorpresa en forma de «recompensa» por no bajar los brazos, esperarlos y portarnos bien según ellos, y se sacaron de la galera dos temas más, algo acorde al ambiente de la Fiesta Clandestina. Corvata se lució en este momento, haciendo un cover y a su vez un homenaje a Nirvana, tocando Smells Like Teen Spirit, algo muy interesante de ver, sentir y oír, porque no estábamos tan acostumbrados a escucharlos cantar en inglés. Posteriormente, Carajo invitó al escenario a sus pares de Huevo, ejecutando en conjunto Killing in the Name de Rage Against the Machine, para terminar una velada única, la cual pensábamos que no iba a finalizar más -y tampoco queríamos que lo hiciera-, apagando las luces del lugar pasadas las 5 de la madrugada.

¡Por más fiestas clandestinas y más Carajo, que todavía hay mucho por delante!