Por Cristian Carbone // @shinobinews
PH: Verónica Mortes

El sábado pasado el Teatro Vorterix abrió las puertas para el Vorterix Punk 2016 y desde el inicio la sensación que tuvimos al entrar al recinto es que nos habíamos confundido de lugar.

Efectivamente, dentro del Teatro encontramos gente agitando como loca, revoleando las remeras con el famoso «remolino» inventado en los Stones del ’95 y… ¡¡¡papeles picados!!!

Pero no, amigos. No nos confundimos. Shinobi News estaba presente en el Vorterix Punk y la banda que estaba tocando era la primera, Mentes Saturadas. Nunca en la vida fue tan festejada la primera banda de un festival, lo sabemos todos.

La verdad que si nos proponemos hablar de la banda, en su momento no pudimos entender nada ya que el agite del público era constante e inclusive a veces parecía actuado, tribunero al máximo. Más tarde me regalaron un CD de la banda, grabado en pos de publicidad, y efectivamente pude confirmar de qué trata esta gente y porqué el agite en el show. Es que Mentes Saturadas está más cerca de ser una banda de rock barrial con tintes melódicos y algunas cosas tal vez de Bulldog que de una banda punk tradicional. Las letras son completamente pesimistas y, según mi opinión, parecen «sobreactuadas». Si estas son las bandas punks emergentes estamos en problemas…

Así fue que entre tanta algarabía de la gente terminaron su setlist y fueron despedidos por un público de más de 100 personas que inclusive siguió aclamando a la banda hasta el momento en que tocó Reincidentes, la banda principal de la noche. Mucho fervor.

Era el tiempo de Mal Pasar, el grupo que viene pateando el under punk desde mediados de los ’90. La banda de los mellizos Sassone es, sin dudas, la más adecuada para compartir escenario con Reincidentes, ya que sus letras están cargadas de realidad social.

Estos muchachos cuentan con siete discos bajo el brazo y con una colaboración del mismísimo Evaristo Páramos -ex La Polla Records, entre otros-, sin lugar a dudas el padre de toda esta movida de punk radical. Mal Pasar dio un show como corresponde: rápido, salvaje y cargado de conciencia en las letras.

Tiempo fuera, era el momento de los uruguayos Trotsky Vengarán, también formados en los ’90. Esta agrupación practica un punk rock más «ramonero» por decirlo de alguna manera. Fueron muy aclamados por el público y no es para menos, ya que tienen un largo historial y un camino recorrido: ¡once discos de estudio!

Llegando al final del show de los Trotsky, estuvo de invitado Horacio «Batra» Luna, de Responsables No Inscriptos -gran banda- y figura emblemática de las noches de reductos punks. Y así llegó el momento de la banda principal: Reincidentes sobre el escenario y, como dice el tema Rip Rap: «todos juntos del a mano caminando hacia el señor». Pero esta vez al pogo, así que fue arrancaron. Y podríamos objetar que la elección de los temas no fue la más adecuada para los viejos seguidores de la banda, ya que ejecutaron muchas canciones de sus últimos discos todos juntos uno tras otro al principio del show. Esto se notó en el público que, por momentos, no se movía. Al llegar los clásicos la cosa comenzó a ponerse con un poco más de calidad. Sin embargo, costaba mucho saber qué tema era cual, ya que el sonido no estuvo bien, más allá de la banda que es de trayectoria internacional, este apartado no fue el perfecto.

No se puede objetar en sí la actuación de la banda pero sí los desperfectos en cuanto al sonido. Pero de esto se trata el punk, de remarla hasta el final con los medios que se tienen al alcance. Los Reincidentes no pararon de tocar aunque todo el tiempo hacían señas al sonidista por este aspecto técnico. Lamentablemente, el sonido en ningún momento se arregló. Una pena ya que los españoles son una banda de jerarquía sobrada, ocupantes de podio de bandas punk españolas, y van a cumplir 30 años de carrera en 2017. Eso y, por otro lado, pensando que en el Teatro Vorterix nadie suele sonar mal, por consiguiente podríamos echarla la culpa al sonidista de turno tal vez.

Por último, el show de los de Sevilla fue igual en ritmo e intensidad que el de todas las anteriores bandas que pasaron por el escenario: a las apuradas y shows cortos. Reincidentes tocó muy poco tiempo para ser la banda principal. Es así que esta reseña termina abruptamente, tal y cómo sucedió con el show.