Por Edu Parera / Bandcamp
Aceptémoslo: todos fuimos a ver El Secreto de sus Ojos para verlo a Guillermo Francella sin bigote y haciendo el papel de un borracho. Ese es uno de los principales pesos de la versión argentina de esta película. Aceptémoslo.
Afortunadamente, los puntos fuertes narrativos de su prima norteamericana están presentes lo cual logran un buen resultado. Hagamos un poco de memoria, la última remake de alguna película argentina que tenemos en la mente fue la versión de Nueve Reinas llamada Criminals y no estuvo para nada bueno. Pero acá los resultados fueron diferentes. Protagonizada por Julia Roberts -ya saben quién es-, Nicole Kidman -también saben quién es- y Chiwetel Ejiofor –12 Years a Slave, Children of Men– usa como escenario el presente y flashbacks a los meses posteriores al trágico 11 de septiembre de 2001 con un ritmo parejo, a veces medio lento, pero efectivo. Vemos a Julia Roberts vieja y sin maquillaje -insólito- como la madre de una de las víctimas del asesino de turno y en ella se depositan esos diálogos de Francella que ya hemos escuchado.
Si hacen como un servidor y no buscan comparaciones con la versión argentina, la película se sostiene sola, en ella reconocemos que hay una historia sólida y que la versión de Juan José Campanella -acá como productor ejecutivo- no ganó el Oscar por mera chance.
Última cosa: quiero creer que la traducción Secretos de una Obsesión por Secret of Their Eyes es para evitar la confusión con la original argentina, porque de no ser así, me indigno con los traductores de títulos, que me parecen unas momias.
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