Por Shezo! – @ShezoNeozero
Ph: Mati Fortini –VisualDraft

Las hordas carajeras, siempre hambrientas, siempre dispuestas, se agolparon en la puerta de Groove en la Ciudad de Buenos Aires el pasado viernes 23 para volver a vivir la fiesta a la que Carajo nos tiene a todos bien acostumbrados en el marco de la Fiesta Clandestina, ciclo que conjuga lo que cualquiera podría llegar a vivir en un boliche con amigos en un ambiente distendido e impregnado de rock en sus más diversas formas, acompañado con shows en vivo de bandas de renombre de la escena local.

Desde temprano, aun con la noche «en pañales», el público que se amontonaba en la puerta comenzó a entrar al local con la idea de disfrutar de una banda que ya todos los que somos habitué a sus shows sabemos que no defrauda. Los minutos parecían correr más lento que de costumbre, y la espera se hacía eterna mientras la gente no paraba de entrar transformando Groove en un horno. Pero ni la temperatura ni el amontonamiento de público parecían suficientes para hacer desistir a los allí presentes de vivir ese momento que habían ido a buscar.

Luego de un correcto show de la banda Deny, que hizo gala de su post-hardcore con toques de metal, y tras un show de clowns que frizaron las miradas de los allí presentes por lo poco usual de tal espectáculo para el perfil de público que se encontraba en el recinto, finalmente llegó lo que todos esperaban.

Carajo salió a escena y en un abrir y cerrar de ojos el cansancio de la espera y el calor dejaron de importar porque había que empezar a Joder!, tema con el que la banda volvió a entrar en contacto con un público que no dejaba de entregarse por completo a la fiesta. Le siguió El Error prácticamente sin respiro, para luego darle lugar a La Venganza de los Perdedores, tema de su último trabajo doble Frente a Frente. Drama llego para reafirmar que esa noche sería la de un show para dejar sin aliento a todos los presentes, banda incluida.

Luego de Humildad siguió Acorazados en pos de darnos a todos un poco de aire que rápidamente se transformó en un mar de cuerpos que iban y venían al compás del estribillo. Siguió Triste en el momento justo para reponer fuerzas para lo que restaba de un show súper ajustado en el que prácticamente no hubo un break entre tema y tema. Ironía y Pura Vida llegaron para satisfacer a los seguidores más viejos de la banda en un setlist que se permitió recorrer de punta a punta en un ida y vuelta la carrera de estos musicos que todavía no han visto su techo.

Arribó el turno de Libres junto a Shock, Trágico Mundo Caído y Ácido para volver a redoblar la apuesta y subir la temperatura más de lo que ya estaba, y finalmente aterrizar en el gran clásico de la banda Sácate la Mierda. Pero aun a la «fiesta carajera» le faltaba un cierre de oro y la banda, sin previo aviso, disparó a los oídos de todos los presentes su set de temas de Pantera uno tras otro mientras una cascada de espuma caía en el medio de la pista sobre todo el público contrastando el negro de sus vestimentas con el blanco de la espuma.

Agotados, rendidos, sedientos, exhaustos, pero muy felices terminaron todos los que asistieron nuevamente al show de una banda que no defrauda, que no se cansa de crecer y que esperamos poder seguir viendo por muchos años más porque, sin lugar a dudas, Carajo es una de las mejores bandas de la escena local y es algo que no se cansa de demostrar show a show. ¡Aguante Carajo!