Por Mariano Aratta
@gutenseth

Tanto ímpetu le había puesto el gigante de los buscadores a sus «anteojitos mágicos» pero finalmente el proyecto se cayó. El proyecto Google Glass perdió interés tanto entre los usuarios como entre los propios desarrolladores del gadget, quienes no encuentran la manera de poder insertarlo en el mercado y no creen que se pueda vender a gran escala. Según la agencia de noticias Reuters, de los 16 creadores del proyecto que Google contrató, nueve confesaron que ya han abandonado el proyecto.

«Si hubiera 200 millones de Google Glass vendidos, habría una perspectiva distinta. No hay mercado en este momento», admitió Tom Frencel, director de la empresa Little Guy Games, que estudió desarrollar aplicaciones para Google Glass antes de apostar por otras plataformas. Mientras tanto, Sergey Brin, el co-fundador de Google que se presentaba habitualmente en cada evento con los lentes puestos, sorprendió a todos al no llevarlos en el último acto de Silicon Valley. A la pregunta de un periodista, Brin respondió que «los había olvidado en su auto». Y por si fuera poco, la empresa anunció el cierre de todas sus tiendas de venta de Google Glass, según informó el portal Techworld. La causa oficial es que «los clientes los compran a través de la Web».

Sin embargo, los representantes de Google no quieren reconocer la derrota. «Estamos llenos de energía y con más fuerza que nunca sobre la oportunidad que representan los Google Glass«, afirmó Chris O’Neil, jefe de operaciones de negocio del gadget. Entonces los rumores crecen y dicen que habrá una nueva versión, provista con un poderoso procesador de Intel. Esta maniobra está orientada para que los clientes no sean simples usuarios cotidianos, sino que quieren destinar la venta del producto al sector de la industria, sobre todo sanitaria, obreros y trabajadores de fábricas. Veremos si esta estrategia levanta a un proyecto que hoy en día está moribundo.