BAFICI Review: Waltz With Bashir

0 comments 📅29 marzo 2009, 22:31

Waltz_with_bashir

Ari Folman fue soldado. Dejar esto en claro es una obligación del que escribe, para poder entender lo difícil que es calificar su película. Waltz With Bashir, puede verse como un documental, con entrevistas y reconstrucción de hechos; puede tomarse como una autobiografía, en la escuela de Persépolis que sienta precedente; también se puede pensar como película bélica, por ciertos momentos de ritmos y cadencias y manejos de los cortes la puesta y la música. Pero sigue siendo difícil de encasillarla, porque también es una película animada. Tal vez el buscar un género que la englobe sea ridículo y simplemente sirva para catalogar, o saber en que sección ponerla cuando salga en dvd (si es que sale, porque la verdad es que debería).

Waltz With Bashir es una película onírica que trabaja sobre la memoria de Ari Folman. Sus recuerdos y los de sus compañeros combatientes en la Guerra del Líbano, o mejor dicho, la imposibilidad de estos hombres por recordar que pasó. Es onírica porque abre con un sueño como detonante, un ex-soldado al que todas las noches se le aparecen y persiguen los perros que mató en la guerra (si, perros animales, no como eufemismo despectivo). Y allí es donde nuestro personaje principal/periodista/investigador se da cuenta que no recuerda nada de su participación en la misma, y principalmente de las matanzas llevadas a cabo en Shabra y Chatila contra los palestinos refugiados. Parte reconstrucción documental, parte recuerdo, parte sueño, Folman no pide disculpas, pero hace autocrítica. Su homenaje es el revivir aquello olvidado. Forma un nexo entre el pasado y el presente Auschiwtz/Sabra y Chatila, pero esta vez los roles son opuestos. Los soldados israelíes no llevaron a cabo la matanza, fueron los falangistas católicos libaneses. Pero estuvieron ahí y asistieron.

Vemos como soldados de diecinueve años (¿Malvinas tal vez suene por ahí?) juegan a la guerra para que los que los envían se llenen los bolsillos. Pero esto no se dice. En una entrevista, el director aclara que no es una película con mensaje político, qué sólo quiere advertir a los adolescentes acerca del peligro y los horrores de la guerra ¿Pero no es eso una postura ideológica y también política? Ir en contra de la guerra es ir en contra de una industria que maneja los hilos de muchos gobiernos, que pone y saca presidentes a gusto y les llena los bolsillos, mientras se los llena.

La imposibilidad de recordar se basa en la culpa que siente por su responsabilidad en los hechos. Un amigo psicólogo le dice que no es responsable, ya que sólo montaba guardia. La afirmación del psicólogo no se refuta, se desestima con las imágenes finales. La animación pareciera no tener la fuerza y la crudeza suficiente para transmitir el dolor y la pérdida, y se da un vuelco. Al final nos deja con las imágenes de archivo para mostrar el resultado de la masacre. Desde la pantalla nos piden nunca más. Por desgracia la película no llega a tiempo, o tal vez no importa lo suficiente. Los que deciden siguen siendo los mismos, se sigue jugando a la guerra desde escritorios. La Franja de Gaza fue bombardeada hace poco, hospitales y escuelas incluidos; el ghetto, el campo de concentración (perdón de refugiados) sigue ahí. Waltz With Bashir dice lo que quiere decir sin miedos, lo grita fuerte y claro, pero parece que no estamos prestando atención.

Para más información de lo ocurrido en la Masacre de Sabra y Chatila, ver este artículo de wikipedia. NO se queden sólo con esa información. Busquen, investiguen, mantengan la memoria viva.

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=ylzO9vbEpPg]

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Shezo!
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Mezcla de gamer, comiquero y manganimero. Mix de metal y música electrónica. Amante del pixel art, el amerimanga y el pochoclo. Entusiasta del Rey Misterio, Joe Madureira y la merienda. Pisciano, mico y A+. Co-fundador de NeoZero Studio. Digno hijo de los 80s agradecido con los 90s.

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