Por Odin // La isla del Dr. Odin

Imaginen estar escuchando una música pacífica, etérea, con voces melodiosas envueltas en un aura de tranquilidad…y de un segundo a otro todo se convierte en blast beats, guitarras que te llegan hasta el centro de los tímpanos y voces salidas desde las más profundas y viscerales emociones humanas.

Eso es el blackgaze. Y eso es lo que nos presentó Alcest el pasado martes en The Roxy.

Combinando piezas de su producción más reciente –Kodama, editado en 2016- con canciones extraídas del resto de su catálogo, los franceses nos tuvieron en vilo durante una hora y media, expectantes de que podía pasar en la próxima canción.

Una tras otra se sucedieron Untouched, Onyx, Souvenirs d’un Autre Monde –Memorias de Otro Mundo-, canción que le da título a su primer álbum de 2007, y la maravillosa Sur l’océan Couleur de Fer –Sobre el Océano Color de Hierro, la preferida de esta redacción-. Cada melodía te transportaba a un mundo diferente, ya no estábamos más en Argentina, ni en la Tierra. Nos habíamos transportado al «Universo Alcest».

Recitales como este devuelven la fe en la humanidad y renuevan las fuerzas para poder vencer cualquier demonio que nos esté dando batalla. Gracias Alcest. Hasta la próxima.