Por Odin // La isla del Dr. Odin
PH: Lionel Campilongo

El recital que brindó Iron Mask el pasado sábado se puede resumir bastante bien en una sola frase: excelencia al servicio de la música. Todos los miembros de la banda se destacan en su puesto, aunque, cabe destacar, ninguno intenta brillar por sobre el otro.

Para quien no conozca la banda, hace poco en este mismo sitio hicimos una entrevista exclusiva a Diego Valdez que pueden leer en este link. Vale aclarar, igualmente, que Iron Mask es una agrupación de Heavy Power Metal formada por el guitarrista belga Dushan Petrossi en el año 2001 y que al día de hoy cuenta entre sus filas con nuestro compatriota Diego en la voz.

Además de marcar el regreso de Valdez a nuestro país tras varios meses -actualmente se encuentra radicado en España- la velada sirvió de excusa para presentar canciones de Diabolica, disco editado en septiembre del año pasado y primero con el nuevo cantante.

Con un bajista que sabe perfectamente cuando sobresalir y cuando amoldarse al resto, un guitarrista que combina solos neoclásicos con riffs cercanos al Thrash Metal, un baterista simplemente deslumbrante y un cantante perfecto, aunque sonemos demagogos -y juramos que no lo es- creemos que a Diego se lo podría situar perfectamente entre los mejores cantantes metaleros del mundo y a Iron Mask como una brisa de aire fresco dentro del género.

De las canciones interpretadas en La Trastienda podríamos hablar largamente, pero en pos de la reseña podemos destacar Like a Lion in a Cage, Galileo, We Will Meet Again -un «falso final» con participación del público incluida- y el cierre real con Forever in the Dark, canción que el cantante nos había comentado que era una de sus preferidas para interpretar en vivo en la entrevista antes mencionada.

Como nota de color, quisiéramos cerrar contándole al lector la extrema gentileza y calidez que tuvieron los miembros de Iron Mask con quienes nos quedamos afuera esperándolos para lograr algún recuerdo. Habían pasado literalmente dos horas y ellos seguían charlando y tomando cerveza con los asistentes. En una época donde las giras siempre son «a las apuradas», creemos que este es un gesto muy destacable.

La primera visita de la agrupación belga a tierras argentinas fue una noche soñada. Ojalá muy pronto volvamos a tener el mismo sueño.