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Hace unos cuantos años atrás, cuando la música koreana empezaba a llegar a oídos del fandom amante de la industria del entretenimiento oriental, los grupos que comenzaban a disfrutar de las canciones de BoA, TVXQ o Big Bang eran contados con los dedos de una mano. Cierto es que fenómenos como la llegada del Pump it Up o el Gangnam Style hicieron que muchos pongamos la vista y los oídos en lo que pasaba en aquellas latitudes, pero incluso en ese contexto parecía utópico para los fans el tener la posibilidad de ver una banda koreana girando por Latinoamérica.

Lo cierto es que, con ayuda de diferentes organizaciones destinadas a difundir la cultura koreana, las grandes marcas de tecnología oriundas de ese país y hasta su estado, el fenómeno del Kpop estalló en todo el mundo y desde hace unos años que nuestro país comenzó a recibir a sus figuras siendo la primera visita de Super Junior hace unos 5 años un punto de inflexión. Afortunadamente para sus seguidores, el fenómeno parece haberse afianzado lo suficiente en estas tierras y una segunda visita de Super Junior arribo en el mítico estadio Luna Park en el contexto de la gira Super Seven.

Después de haber tenido la posibilidad de ver muchas bandas de diversos géneros musicales en el Luna Park, tener la chance de ver una boy band koreana fue algo nuevo dentro del historial de Shinobi News. A diferencia de todo lo que vimos, la puesta en escena se concentra en la actuación de los cantantes y bailarines, no se ven músicos en escena, ciertamente parecen no ser necesarios. El escenario invadía el campo con una pasarela en forma de «T» que estos referentes del Kpop usaron durante toda la presentación dejándolos a centímetros de los fans que estaban en el campo del estadio, acompañados por una pantalla imponente al fondo del escenario principal, además de las clásicas pantallas laterales del Luna Park. cualquiera fuese la ubicación se veía perfecto.

Miles de fanáticos iluminaban el estadio con luces azules vistiendo una gala que se predisponía a ser una fiesta con la previa de los locales Secret Weapon y la presentación de Play-n-Skillz para terminar de poner la temperatura en alto.

Pasadas las 20, finalmente las luces se apagaron y un video invadió la pantalla principal abriendo una historia que se desarrollaría a lo largo de todo el show. Finalmente Super Junior pisaría el escenario iniciando el show con Black Suit, seguido de Scene Stealer y Mamacita, para luego presentarse uno por uno ante el público en un algo torpe y macheteado español, haciendo delirar a las presentes con cada palabra.

Luego de Shirt, Girlfriend e It’s You, otro video, The Ring, en este caso protagonizado por Donghae, mostraba una trágica historia de amor que daría paso a un bloque de baladas comenzando con One More Chance, Memories y Stars Appear.

Uno de los momentos esperados de la noche fue el tema Lo Siento, tema que grabaron con Leslie Grace, quien se hizo presente para interpretarlo junto a Super Junior y uno de los pasajes más graciosos del show se dio cuando a Leeteuk se le rompió el pantalón en pleno acto. Seguido a eso Leslie pasó a hacerse cargo del concierto junto a Play-n-Skillz donde hicieron algunas de sus canciones como intermedio del show.

Super Junior retomó el control de la noche de la mano de Runaway y Magic, previo a otro video en el que nuevamente vemos a Donghae y a Leeteuk haciendo uso de sus dotes actorales.

La música retorna al escenario de la mano de Sorry Sorry, Mr. Simple, Bonamana, I Do y Shining Star mientras miles de papelitos volaban llenando todo el estadio. Como no podía ser de otra manera, el momento del encore finalmente llegó de la mano de Good day for a Good Day, Devil y Miracle en medio de un clima súper festivo y de un Luna Park que no paraba de bailar. Nuevamente, los miembros de Super Junior volvieron a hablar en un modesto español visiblemente emocionados por lo que estaban viviendo prometiendo regresar y saludando a todo el público que había viajado de otros países para vivir ese momento junto a ellos y los fans locales.

La prolijidad con la que todo sucede habla del cuidado de un producto estudiado hasta el mas mínimo detalle, todo está preparado para ser una fiesta, con casi mas de 2:30 horas de show las fans locales se fueron satisfechas a casa en medio de un clima de luz azul, después de un espectáculo lleno de una puesta en escena imponente y un espectáculo audio visual sumamente disfrutable. Es de celebrarse que los amantes del género hayan podido disfrutar de uno de los mayores exponentes del Kpop y ojala puedan regresar a estas tierras.