Por Odin // La isla del Dr. Odin
PH: Guido Adler // @AdlerGuido
¿Vieron esos recitales históricos que quedan cómo anécdota de padres o tíos, con el famoso y consabido «estuve en Earl’s Court en el ’80 cuando Pink Floyd tocó The Wall« o «Pude ver a Queen en Knebworth ’86 cuando Freddie dio su última función?» Bueno, los que estuvimos el pasado miércoles en Tecnópolis vamos a poder decirle eso a las futuras generaciones. El Solid Rock 2017 fue algo simplemente legendario.
Tras ser anunciado el line up en un principio con Deep Purple y Lynryrd Skynyrd, hace pocas semanas se anunció el cambio de escenario –Tecnópolis en lugar del Hipódromo de Palermo– y el gran reemplazo de Cheap Trick por Lynryrd Skynyrd. Mientras que el cambio de escenario respondió a «cuestiones logísticas», la ausencia de Skynyrd se dio por una enfermedad diagnosticada a la hija de Johnny Van Zant, vocalista del grupo, que lo obligó a cancelar todos los shows. En la grilla, además de ambas bandas y Tesla, también tuvimos a Viticus.
Tras la presentación de su más reciente placa en el Teatro Vorterix, los comandados por «El Canciller» Vitico fueron los encargados de abrir la velada con una contundente muestra de Rock & Roll rutero con algunos tintes bluseros que son su marca registrada. Ser la entrada de semejante festín musical no debe ser nada fácil. Pero a ellos no pareció afectarlos en absoluto despachándose con un set excelente, el cual contó con canciones como Equilibrio -que da nombre a su material recientemente editado-, Esta Noche Rock & Roll y los covers de El Forastero y Mucho por Hacer, ambos de los históricos Riff. La perla del recital fue la presencia de Nico Bereciartua, integrante original del clan y actual guitarrista de Rich Robinson -ex Black Crowes-. Siete canciones. Cortito. Directo. Pero siempre eficaz.
Pasada la presentación de los representantes nacionales, llegaría el turno de Tesla. Una banda que quizás no es masivamente popular en nuestras tierras pero que cuenta con más de 30 años -nacieron en 1986 y estuvieron inactivos entre el ’96 y el 2000-. A los liderados por Frank Hannon -guitarra- muchas veces se lo metió dentro del género Glam, lo que creemos que es un gran error. Después de verlos en vivo, podemos afirmar que son una banda de Hard Rock hecho y derecho. Mucho más rockeros y pesados que las bandas del Sunset Strip.
Into the Now, Edison’s Medicine -una brutal critica al «rival» de Nikola Tesla-, Love Song y Modern Day Cowboy -con un Hannon prendido fuego- dejaron a los asistentes extasiados. La banda prometió que volverán. Ojalá se cumpla.
«Ladies & gentleman. Boys & girls. Please welcome to the stage the best fucking rock band you`ve ever seen. Cheap Trick«. Esa fue la introducción al primer plato fuerte de la noche. Y podemos decir que se encuentra sin duda entre los platos musicales que más disfrutamos en nuestras vidas. Escuchar temas como I Want You to Want me, Dream Police, Surrender y Never Had a lot to Lose fue sencillamente mágico. Robin Zander es un vocalista al que no le pasan los años. Rick Nielsen es un guitarrista que combina destreza con buen gusto en partes iguales. Tom Peterson y Daxx Nielsen -hijo de Rick– conforman una base rítmica que, sin destacarse demasiado, se asegura que la banda no pierda la solidez. Esta es una agrupación que sabe perfectamente como dar un recital memorable.
Gema de la noche: Tom Peterson pasando al micrófono para hacer una excelente versión de I’m Waiting for the Man, de Velvet Underground.
Y finalmente llegó el plato principal. Deep Purple.
En lo que se anuncia como su gira despedida, la banda británica dejó de lado casi completamente las canciones de su más reciente Infinite -sólo hicieron Birds of Prey– para dar lugar a una catarata de joyas atemporales. Casi una hora y media de puro clásicos. Con un Gillan cantando como nunca, un Paice dejando bien claro que es uno de los bateristas más contundentes del ambiente, Glover manteniendo la dirección de la embarcación y, finalmente pero no menos importantes, unos Morse y Airey sacándose chispas como lo hacían Lord y Blackmore. Parecía un sueño. Pero fue todo demasiado real.
Algo que nos gustaría destacar antes de cerrar es que Purple siempre fue una banda que incluyó la zapada como elemento fundamental de sus presentaciones en vivo: nunca una canción suena como en el disco, todas tienen un vuelo diferente antes de llegar a su nido. Si efectivamente esta fue la última vez que lo británicos pisarán nuestras tierras no se podría haber pedido una mejor despedida. Gracias, muchachos.
Joyas de la noche: El solo de teclado que hizo Don con fragmentos de La Cumparsita y Adiós, Nonino, y la canción Uncommon Man, dedicada a la memoria de Jon Lord.
Casi ni mencionamos los temas que tocaron y esto es porque las canciones hablan por sí solas. A continuación, como cierre, dejamos la setlist del show «despedida» de Deep Purple en Argentina:
Mars, the Bringer of War (intro)
Highway Star
Pictures of Home
Bloodsucker
Strange Kind of Woman
Uncommon Man
Lazy
Birds of Prey
Knocking at Your Back Door
(solo de teclado)
Perfect Strangers
Space Truckin’
Smoke on the Water
Bises:
Hush
Black Night
El festival se llamó Solid Rock. Y eso es lo que nos dieron, tres grupos de rock con una solidez inquebrantale. ¿Cómo se sigue después de esto?
Compartimos a continuación una parte del material fotográfico, cortesía del groso de Guido Adler y gentileza de TyT Group:
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