Por Odin // La isla del Dr. Odin
PH: Marcos Nadir Dietz // A Bear’s Tale Photography
El lanzamiento de Lleva tu Mente al Límite -quinto disco de la banda- fue la excusa perfecta para una nueva presentación de Plan 4, agrupación fundada en el año 2003, esta vez nuevamente en el Teatro Vorterix de Ciudad de Buenos Aires.
¿Vieron alguna vez una película de vikingos, donde los clanes invaden pueblos aledaños y arrasan con todo lo que encuentran en el camino? Bueno, así son los recitales de Plan 4: el sonido es tan avasallante que del primero hasta el último de los espectadores siente el efecto.
Poco después de las 21 empezó la intro, tras la que arrancaron con Mi Religión. Esta es una banda que sabe perfectamente como captar la atención del público desde el primer segundo hasta el último acorde y canciones como la de apertura son el ejemplo perfecto: ya desde el comienzo la gente coreaba el estribillo y saltaba al ritmo de la batería.
El primer tema nuevo llegó en forma de En la Eternidad, tercer adelanto y primer video de su reciente placa, en la que exponen su costado más melódico, demostrando que pueden perfectamente moverse por varios terrenos diferentes. Todo parecía indicar una noche de esas clásicas, pero no… este no fue un show clásico. Para nada. Además de la presentación del disco, hubo otra sorpresa enorme.
Tras un falso final con Último Recurso, los músicos retomaron el escenario con Compiano sentado en la batería y Espejo al mando del micrófono. Era momento para «el momento de la noche». Después de unas palabras de agradecimiento hacia los presentes, Gonzalo nos contó que era el cumpleaños de su novia, a quien llamó para que todos juntos le cantemos y que él pueda darle el que seguramente fue el mejor regalo que recibió en su vida hasta este momento. La pantalla gigante cambió de «Plan 4» a «¿Querés casarte conmigo?». Todos estallamos en aplausos y hasta hubo varias caras de emoción entre los presentes. Superado el shock inmediato, la futura esposa aceptó la propuesta con un grito afirmativo lleno de felicidad.
Hora de continuar, pero… ¿cómo seguir captando la atención después de semejante acontecimiento? La respuesta fueron los clásicos siempre efectivos: un medley compuesto de fragmentos de Iron Man/Walk/Roots Bloody Roots funcionó perfectamente para que el foco de la atención vuelva a la música. El final del recital llegaría con Ella, con el público cantando como al principio, sin haber perdido un gramo de entusiasmo.
Una vez que se cerró el telón, los cuatro bajaron del escenario para saludarnos y compartir emociones sobre lo vivido. Porque ellos son así, nunca jamás perdieron el contacto con su público ni nunca lo perderán. Sin dudas, una velada inolvidable, tanto para ellos -y ella- como para nosotros.
Compartimos a continuación el álbum de fotos, excelente trabajo de A Bear’s Tale Photography:
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