Por: Shezo! // @ShezoNeozero – fb.com/ShezoFreestyle
PH: Mati Fortini // fb.com/MatiasFortiniFotografia
1ra parte: Ghost + Rob Zombie aquí
Habiendo tenido como antesala los shows de Ghost y de Rob Zombie para calentar la fría tarde que se transformaba en noche, llegaba el turno de otra banda que llegó para ponerse al público en el bolsillo. Casi a las 18 pisaban el suelo del Rockatansky los muchachos oriundos de Las Vegas, Five Finger Death Punch.
- Five Finger Death Punch
Estos muchachos muy en plan look metalero de los ’90 arrancaron pisando fuerte con con el riff demoledor de Lift me up, seguida de la ganchera Never Enough. La gente no tardó en reaccionar frente a la demoledora performance de la banda coreando «¡pelado! ¡pelado!» ante la sorpresa del frontman de FFDP, Ivan Moody, quien junto a la banda rápidamente devolvió esa energía de la mano de Wash it All Away. Ya para el cuarto tema, Ivan llevaba puesta la camiseta de nuestra selección de fútbol en algo que nunca entenderemos si nace de motu propio o si alguien les indica que deben hacerlo.
La lista siguió con Got Your Six y, para bajar un poco los decibeles, llegaba en el momento justo Bad Company, permitiendo al público recuperar un poco el aliento, para poder sacar al demonio de adentro al ritmo de Jekyll and Hyde y coronando el momento con Burn MF.
La recta final del show de FFDP no pudo tener mejor comienzo con una versión acústica de Remember Everything que dejó a los presentes en total silencio por momentos y que explotó en aplausos al final del tema. Las cosas volvieron gradualmente a ponerse en sintonía con el comienzo del show con Coming Down como una perfecta transición entre lo que acabábamos de vivir y la aplanadora Under and Over it.
Ivan se tomó un segundo para pararse sonriente ante el público y decirles a todos «you guys are so beautiful» antes de regalarnos como final The Bleeding y su particular House of the Rising Sun. Cierto es que no destaca la actuacion de FFDP por la performance vocal de Ivan, pero hay que admitir que lo compensan todo con el carisma y la actitud que ponen en escena. Definitivamente una banda digna de disfrutarse en vivo.
- Slayer
Ya con la noche prácticamente sobre nuestras cabezas y con el público prendido fuego después del show de FFDP, llegaba el turno de los veteranos del trash para dar una cátedra de metal. Kerry King -con sus cadenotas colgando- y sus muchachos, pisaban el Maximus para hacer temblar el suelo de Tecnópolis iniciando la destrucción al ritmo de Repentless, Disciple y Postmortem. Un barbudo y ya entrado en años Tom Araya se tomó unos segundos para mirar al publico y decirles «gracias y bienvenidos», para luego patearnos la cabeza con estos temas, seguidos de un punteo lento que fue la antesala a Hate Worldwide, desatando una estampida de búfalos sobre nuestros tímpanos como sólo Slayer puede hacerlo. War Ensemble vino a continuar la seguidilla de música y ni el cambio de ritmo del comienzo de When the Stillness Comes parecía poder frenar lo que estaba sucediendo.
Estaba más que claro que Slayer había venido a desatar el infierno mismo al son de Mandatory Suicide, Fight Till Death y Dead Skin Mask, mientras sus fans no paraban de moverse como un tsunami humano de un lado al otro, entre pogos, headbangers y puños en alto.
Seasons in the Abyss llegó para dar un respiro momentáneo a las masas que ya estaban prendidas fuego antes de volver a desatar a la bestia con el viejo Hell Awaits. La recta final del show comenzó con el clásico South of Heaven, para seguir con un infaltable como Raining Blood. Black Magic y Angel of Death fueron el cierre de un show ensordecedor en el que Slayer dejó demostrado que el paso del tiempo no los oxidó para nada y que todavía tienen mucho caos por desatar. Si bien es cierto que no fue la mejor performance de la banda, la verdad es que están muy lejos de haber perdido el toque para ser una licuadora de cerebros.
3ra parte: Prophets of Rage + Linkin Park aquí
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