Por Fede // @shinobinews

Arrancando un nuevo año de cine nos llega en materia de acción uno de los grandes estrenos de la temporada que recién comienza: John Wick: Chapter 2.

Este film continúa las aventuras de John Wick, película del año 2014. Si son fanáticos de personajes como James Bond o Jason Bourne, que no necesitan de grandes efectos especiales ni excesos de CGI para contar una buena historia, sigan leyendo, no saldrán decepcionados…

En esta ocasión, tenemos nuevamente a Keanu Reeves interpretando al implacable John Wick, quien comienza la historia poco tiempo después de lo narrado en la primera película, tratando de recuperar su amado auto. Luego de resolver esa situación, John es contactado por un viejo colega, Santino D’Antonio, personaje que en el pasado le había dado a John aquel «trabajo imposible» que le permitió alejarse de la mafia y así poder vivir una vida tranquila junto con su esposa. Estando en deuda con Santino, John debe aceptar otro encargo de esos difíciles para pagar lo que debe y dejar finalmente su violento pasado atrás.

A partir de ese momento la película brilla. Tenemos a un Wick atormentado, que cuando lucha es imparable y eficaz, pero, en realidad, es una persona que ya no tiene una razón para hacer todo esto: él quiere irse a su casa, nada más. El componente dramático de la película está muy presente y balancea perfectamente con las secuencias de acción. Reeves nos regala una increíble interpretación de un hombre que no tiene nada que perder y sólo quiere paz en su vida. Cada personaje tiene sus momentos y la química entre ellos es muy destacable.

En cuanto a las escenas de acción anteriormente mencionadas, sin duda merecen un apartado especial: en lo que a coreografía de peleas, tiroteos y persecuciones se refiere, John Wick: Chapter 2 tiene uno de los mejores trabajos que hayamos visto en este rubro. Chad Stahelski y David Leitch, directores de la primera película, retornaron a este proyecto como co-productor y director respectivamente y hace muchos años que ambos trabajan como coreógrafos y dobles de riesgo en películas muy famosas, aunque en esta ocasión se han superado a sí mismos. Las secuencias de acción son muy numerosas, duran varios minutos y uno a veces se pregunta cuándo se detendrán. Y, aunque parezca raro decirlo, la acción no se detiene una vez que empieza, lo que convierte a la película en algo atrapante, ya que cada pelea hace que la trama avance y no hay violencia sin sentido. Cada pelea es diferente a la anterior y eso se ve hasta que empiezan a rodar los créditos. Tenemos más de lo ya visto, pero con un nivel muy superior, todo encaja y es mucho mejor que antes.

Sin lugar a dudas, una película para no perderse. Si buscan una buena trama y mucha acción, John Wick: Chapter 2 es un gran comienzo de año para el cine.