Por Cristian Carbone

H2O se presentó en Buenos Aires el pasado jueves 15 de septiembre. Recital en día se semana, por consiguiente hay que correr para llegar después del trabajo así veíamos a esta banda oriunda de Nueva York que desde 1995 practica un Hardcore Punk melódico -también conocido como NYHC, en referencia al nombre «New York Hardcore«-.

Con siete discos de estudio bajo el brazo y unas cuantas visitas a nuestro país, siempre acompañados de algún otro peso pesado del HC, esta vez les tocó demostrar solitos de qué eran capaces.

UniClub es un lugar que, desde sus comienzos hasta hoy, se ha ido perfeccionando muchísimo y cada vez que presenciamos un show allí podemos apreciar los avances en materia de sonido que tuvo el local. Y como si esto fuera poco, amenizando la espera por H2O tuvimos una linda lista de Punk Rock más clásico y «ramonero«, mientras la gente se preparaba para ver a «los amantes del agua«. En ese interín, pudimos escuchar una pequeña prueba de sonido detrás del telón y el riff de Detroit Rock City -clásico de Kiss– Así fue como salieron a escena Toby Morse y los suyos, listos para hacer las delicias de los que gustan de tirar patadas voladoras y subirse al escenario.

Arrancaron con 1995 y le pegaron Everready, One Life, One Chance, Family Tree y Waiting Room –cover de Fugazi-. He visto una cuantas veces a la banda en vivo y creo que esta es la ocasión en la que mejor los noté de ánimos y en su forma de relacionarse con el público. Tal vez sea porque en ocasiones anteriores los vi en lugares más grandes y con escenarios altos. Toby se mostraba gracioso haciendo morisquetas y si alguno que subía al escenario lo golpeaba como sin querer. Además, también conoció las ventajas de tener un micrófono inalámbrico. ¡Pero te recordamos Toby que estás en Argentina! Y como pueden imaginarse, algunos no sólo se querían quedar con el recuerdo de subir y cantar un pedazo de canción, que generalmente eran las partes más rapeadas o gritadas -y en todos los casos los que subieron lo hicieron muy bien-. La «argentineada» de la noche fue uno que subió al escenario y se tiró al público con el micrófono inalámbrico incluid. Pero tranquilos… son hardcores y devolvían el botín al terminar sus cinco segundos de fama. Más allá de lo anecdótico, esto propició algunos inconvenientes de sonido menores, ítem que a los que disfrutamos de este género tampoco nos molesta tanto.

El show en sí fue muy intenso, plagado de hits como 5 Year Plan, Faster Than the World, What Happened, Nothing to Prove y War Pigs, tema de Black Sabbath. Cerraron con Memory Lane un show corto pero intenso, al estilo «festival». Así que,por suerte, regresé a mi hogar temprano escuchando en mis auriculares Nothing to Prove… ¡Un litro y dos vasitos de agua para los H2O!