Por Shezo! – @ShezoNeozero
PH: Matías Fortini – @VisualDraft

La edición número 11 del Tattoo Show Buenos Aires desembarcó del 6 al 8 de marzo en el Pabellón Ocre de la Rural, en la Ciudad de Buenos Aires, marcando un hito sin precedentes para esta actividad de la mano de la gente del afamado estudio Mandinga Tattoo, con Diego Staropoli a la cabeza. Es por eso que, en esta ocasión, salimos un poco de nuestra zona de confort y decidimos adentrarnos en un mundo en el cual el rugir de las máquinas fue una constante y el desfile de formas y colores de lo más variados fue algo que inundó inevitablemente todo el predio.

Es de celebrarse que una actividad tan milenaria y tan en contacto con una gran cantidad de culturas de todo el mundo haya logrado en nuestra ciudad llegar a un reconocido predio como el de la Rural, porque eso no sólo habla del constante trabajo de todas las personas relacionadas con el medio, sino que también nos indica que la sociedad gradualmente deja atrás todos los prejuicios que tiempo atrás se asociaban, casi sin fundamentos, a este universo.

Muchísimas personas se acercaron a disfrutar de la convención acompañados con amigos, con sus parejas o incluso en familia para ser testigos de todas las propuestas que el Tattoo Show tenía preparadas para todos los asistentes, además de poder ver en acción a los mejores tatuadores del país y, en muchos casos, llevarse un nuevo tatuaje decorando la piel. El sábado fue el día en el cual los integrantes del Dojo de Shinobi nos acercamos a la convención, lo que nos convirtió en testigos por horas de esta increíble muestra artística, porque no hay que olvidar que el cimiento del tattoo es el arte.

Como mencionamos líneas arriba, ya de por sí ver trabajar en simultáneo a semejante cantidad de artistas del tatuaje fue un espectáculo en sí mismo. Tuvimos personalidades como Hernán Coretta, el staff de Mandinga, Javier Obregón, sumados a tatuadores de todo el país e incluso artistas de otros países como Brasil o Uruguay. Pero, como si eso fuera poco, además la gente de Mandinga había preparado una grilla de shows muy variados para acompañar la velada. Las bandas Iluminate, Lowrdez, Cirse y Nagual se apoderaron durante el transcurso de la tarde del escenario del Tattoo Show para ponerle música en vivo al evento. Es de resaltar que la selección de artistas en escena ha sido, además de variada, de muy buen nivel.

Otro de los grades atractivos de la convención para los amantes del tatuaje fue sin lugar a dudas la visita de varias de las celebridades de los reality shows Ink Master y Nightmare Tattoo Miami. Poder ver en acción a grandes tatuadores como Steven Tefft, Clint Cummings o la hermosa Reese Hilburn a una distancia tan corta no es algo que se viva todos los días, y eso se hizo notar por la cantidad inmensa de gente que se agolpaba en el stand de estos artistas invitados, esperando el momento de poder sacarse una foto o de obtener el saludo de estas figuras internacionales. Es de destacar la buena predisposición constante que ellos han tenido a la hora de entrar en contacto con el público, ya que no es para nada fácil trabajar por tantas horas ininterrumpidas y así y todo mostrarse con energía y buen humor a la hora de sacarse fotos con los presentes.

En lo personal, me hubiera gustado encontrar más opciones de las que había en cuanto a la oferta de libros y publicaciones relacionadas a la actividad. También, haciendo honor a la verdad, hay que mencionar que hubiese sido genial que todos los stands tuvieran una puesta en escena un poco más elaborada, ya que algunos lucían carentes de gráfica y contaban con lo mínimo indispensable para que los tatuadores pudieran trabajar, restándole atractivo al trabajo de esos estudios: un stand no debería ser subestimado por sus ocupantes, sino más bien tomado como una extensión del propio local con todo lo que eso implica.

La velada también contó con la elección de Miss Pin Up 2015, certamen del cual participaron unas más que bonitas muchachas y que tuvo como jurado a Lourdes y Andrés Giménez, cantante de A.N.I.M.A.L. –a pocos días de su regreso a los escenarios-. La jornada culminó con una interesante muestra de trabajos en el concurso de tatuajes, donde se juzgaron los mejores trabajos de estilo oriental, tradicional, realismo y puntillismo, además del mejor del día.

Sin lugar a dudas, el Tattoo Show de Buenos Aires fue una fiesta por donde se lo mire. Seguramente habrá cosas por mejorar y detalles que ajustar, pero a rasgos generales el saldo de lo que pudimos observar fue más que positivo. Desde Shinobi News celebramos en grande el crecimiento constante de la convención y su llegada al predio de la avenida Santa Fe ya que, a juzgar por lo vivido, el Tattoo Show llegó a la Rural para quedarse.

Mas info en www.tattooshow.com.ar