Por Mariano Aratta // @gutenseth
Fotos: AgentDark // @Echonny
Para muchos seguidores del JRock, que una banda japonesa se presente en Argentina era un suceso impensado años atrás, pero por suerte cada vez es más frecuente que vengan bandas de estas tierras tan lejanas. No obstante, lo que mostraron los muchachitos de One Ok Rock el viernes por la noche en el Teatro Vorterix fue diferente y superador del resto de las presentaciones orientales en Argentina hasta el momento, exceptuando a -pero prácticamente al nivel de- aquel mítico concierto de X Japan en el mismo escenario, hace tres años atrás. La comparación podría sonar exagerada, pero la potencia, el sonido arrollador, el lleno total de la sala y el increíble despliegue de pasión, tanto desde arriba como desde abajo, hicieron que a más de uno de los asistentes al show le quedara picando esa idea en la cabeza.
Repito: el teatro estaba llenísimo. Tanto en la parte «vip» de arriba -los balcones del teatro- como en el «campo» abajo. Pocas veces pude ver tanta humanidad reunida en el Vorterix. Con una puntualidad envidiable, a las 21 -ni un minuto más, ni uno menos- la banda salió a escena. Ya la gente, con clara mayoría de público femenino, estaba completamente loca desde antes de la prueba de sonido, haciendo fila para ingresar desde bien temprano. Cuando Tomoya, el baterista, salió a escena y comenzó a tocar una base de bombo y redoblante, el público ya estaba en éxtasis, incluyendo varios desmayos que la seguridad del local tuvo que auxiliar. Segundos después se acomodó Ryota con su hermoso bajo de leds azules -luego usaría uno con leds rojos-, Toru tomó una de sus guitarras y comenzó a rasgar: era Intro Jam, con una base movida y potente. Y, finalmente, Taka asomó, levantó los brazos, se acomodó en el escenario, y comenzó a cantar Deeper Deeper mientras el público aullaba como si de fieras salvajes se tratara. Más luego Nothing Helps, siguiendo bien arriba.
De entrada nos impactaron dos cosas: la fuerza de la banda, mucho más arrolladora que en los discos -potenciada por el excelente sonido del Vorterix– y la calidad y fuerza vocal de Taka, con una voz aun puber -tal vez en el estudio suene «más adulto», pero eso no le quita técnica y color a lo que muestra en el escenario-, haciendo mover al público en forma desenfrenada. Y si de movimientos se trata, el show tuvo varios pasajes coreografiados a la perfección, en los cuales los tres miembros al frente se movían como si de uno solo se tratara.
Es que la banda tuvo eso «de japonés», esa busqueda de la perfección, casi inhumana ya, sin pifies, prácticamente robóticos, regalándonos un sonido perfecto y pulidísimo, que si bien es un deleite para los oídos a muchos fans del rock deja con un sabor «a gaseosa artificial». No obstante, a estos chicos no hay nada que reprocharle, porque el show que dieron, si bien fue corto -1 hora, 20 minutos- fue arrollador.
Clock Strikes sin lugar a dudas sonó a himno de la banda. Otro de los destacados fue Mighty Long Fall -el tema nuevo de Rurouni Kenshin– y con The Beginning terminaron el primer set. En esa madeja que fueron desenvolviendo, Ryota mostró look, movimientos y forma de tocar el bajo muy parecidas a las de Flea, una clara influencia sin lugar a dudas, y la banda entregó un repertorio con ese sonido mezcla japonés, mezcla punk rock californiano, que lo llevó a desplegar su magia en Estados Unidos y varios países de Europa antes de recalar en estos extremos de Sudamérica. Taka revoleaba el micrófono para todos lados, saltaba, agitaba sus brazos y, ya para los últimos temas, no tuvo mejor idea que saltar la valla de contención lo que provocó que sus fans deliraran y la seguridad tuviera que trabajar mucho para resguardar al vocalista de los manoseos y rasguños. La única razón por la cual nos dio felicidad el final del show, fue porque con él terminó el griterío infernal -nos fuimos con dolor de oídos… y no por la potencia de la banda sino por la histeria del público-.
Punto de inflexión y paréntesis arbitrario. Es costumbre ya que la gente esté con su celular, IPhone, Tablet, o dispositivo móvil que más le guste, filmando el recital. El viernes en Vorterix, se dio un momento surrealista en el cual pudimos ver a la banda a través de un pasadizo de pantallas. La distopía orwelliana o, peor aún, la de Cameron en Terminator se nos puede hacer realidad un día de estos. ¿Por qué razón es más importante capturar el momento y mirarlo a través de una pantalla, que guardarlo en la retina, disfrutándolo sin mediación tecnológica? ¿Cuánto hay de «observar un show» si estamos más concentrados en filmar o fotografiar? Eso quedará para un análisis de otro tipo, pero valía la pena traerlo a colación porque este público del viernes pasado se encontraba «nadando bajo un mar de cámaras y celulares» y con una clara obsesión por registrar todo lo que «no veía» en directo por mirar su pantalla.
Volviendo a lo que nos compete: fue conmovedor el esfuerzo de Taka al hablar en español con la gente. Cabe destacar, más allá de ese detalle de color, lo preparados que están los One Ok Rock a nivel marketing, son personas que saben inglés, hablan y cantan en ese idioma durante varios pasajes del show, están muy bien posicionados en Estados Unidos y forman parte de un conglomerado de artistas japoneses autogestionados que «la están pegando» en «el gran país de norte», amén de otros detalles como la publicidad, la estética, etc. Sin dudas, uno de los factores por los cuales el JRock está despegando de una vez por todas en los últimos años es un poco esa occidentalización, orientada sin dudas hacia nuestros mercados. Otra muestra: para el encore, la banda salió a dar un acústico todos vestidos camisetas de la selección argentina con sus nombres estampados en las espaldas y, al final, no se iban más del escenario mientras agitaban una bandera de nuestro país, muy felices ellos por el enorme cariño del público local. Y con la promesa de Taka de volver pronto. Ojalá se haga realidad… los estaremos esperando…
A mi me paso que por una cuestion laboral me resulta imposible llegar temprano a shows, asi que voy cuando estan apenas comenzando.
No tuve mas alternativa que mirarlo desde el fondo, y es increible la cantidad de celulares y camaras que habia. Cada vez es peor, y habia momento en los que me dificultaba ver el show inclusive.
es una pena que la gente se pierda tanto en esas cosas y no preste atencion. Sin contar el hecho de que muchos ni siquiera tienen en cuenta como pueden estar perjudicando al resto de la gente y no permitiendole disfrutar el show…
Pienso igual. Que saques una foto es una cosa, pero que tu realidad esté mediada por la pantalla es otra. Gracias por leer Shinobi 😀
Creo que fui una de las pocas personas que decidió disfrutarlos y saltar y gritar los temas antes de grabarlos.
El mejor recital de mi vida, ellos unos genios, impecables como siempre :3.
Espero volver a verlos :3
Bien por vos, Georgina 🙂
Seguramente volverán, están armando muchas giras por EEUU con otras bandas japonesas y tambien yanquis y la estan pegando bastante, asi que quien te dice… 😉
Siempre me va a dar risa la gente que dice que los japoneses son robóticos. Tocar acoplado y tocar con groove no son excluyentes, tocar como una banda de Bar amateur no es tocar bien el rock.
Ninguno de los músicos en esta banda es un virtuoso, asi como tampoco lo son los de X-Japan y si me dices que estos son robots tocando me rio en tu cara porque pifian tanto o más que esa banda de bar llamada Metallica.
Hasta los grupos de salsa necesitan tocar acoplados porque de otra forma suena mal, muchos de esos grupos de rock como GNR, DP o LZ tenían músicos que estaban justitos en habilidad y tocaban drogados. Lo que te hace mover la cabeza en el rock es el groove y no que la ejecución suene cochina.
Me recuerdo del fulano crítico que fue al concierto de Chile y decia que empezaron el concierto mostrando su virtuosismo, asi serán de malos los grupos que suele escuchar que el jam que One Ok Rock hace al principio le parece virtuoso, si escuchara Koenjinhyakkei se mearía en los pantalones XD. Larc en Ciel es una banda donde el guitarrista es el único gran intrumentista y además tiene feeling hasta para regalar, vea el accidente que tuvo en Paris y como la banda suena sin él.
Creo que has realizado lo que se llama una «lectura diagonal». En ningún lugar dije que son virtuosos estos muchachos, es una palabra que me cuido mucho en usar. Y al fin y al cabo, si hubiera dicho que lo son (como considero que es X Japan lo es), es una opinión, por eso las notas van firmadas.
Gracias por leer y opinar igualmente, todos los comentarios son validos. Saludos.