Por Mariano Aratta
@gutenseth

El reconocido y querido actor Robin Williams fue encontrado muerto ayer en su casa de California. La policía estadounidense halló el cuerpo en su residencia de Tiburón a las 12:02 -hora local- y los médicos indicaron que se trató de un suicidio por asfixia, versión también difundida por los oficiales del condado de Marin County, quienes hablan de un «presunto suicidio». Tenía 63 años.

«He perdido a mi marido y mi mejor amigo. El mundo ha perdido a uno de sus mejores artistas y personas», expresó su esposa, Susan Schneider, a través de un comunicado.

Según informan los medios estadounidenses, el protagonista de la añeja y recordada serie de TV Mork y Mindy y de Patch Adams, Jumanji, Hook y La Sociedad de los Poetas Muertos, entre tantísimos otros éxitos, estaba sumido en una profunda depresión. A comienzos de julio, se había internado en el Hazelden Addiction Treatment Center en Minnesota para superar su adicción al alcoholismo. Los problemas con el alcohol y la cocaína habían comenzado en los ’80 y, con altibajos, intentaba superarlos hasta que logró controlarse. En 2006, después de veinte años de sobriedad, recayó en la bebida y tuvo que recurrir a rehabilitación.

Aparte de las exitosas películas antes mencionadas, Williams fue Popeye, trabajó en Buenos Días, Vietnam, Las Aventuras del Barón Munchausen, fue el genio de Aladdin, el Profesor Philip Brainard de Flubber, El Hombre Bicentenario y muchos personajes de ensueño más. Este año, había estado trabajando en la filmación de Una Noche en el Museo 3, con Ben Stiller, que se estrenará en Navidad. En la actualidad, protagonizaba junto a la actriz Sarah Michelle Gellar la serie de televisión The Crazy Ones -emitida por FOX en nuestra región-.

Tras la muerte de la estrella de Hollywood, desde la cantante Miley Cyrus, pasando por Lenny Kravitz, Steve Martin o Steve Carrel, hasta la conductora Ellen DeGeneres enviaron condolencias a su familia a través de Twitter. Y destacaron el respeto que le tenían como actor y persona.