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Por Seth

En el capítulo de la última semana de Game of Thrones hubo una escena peculiar, en la cual se ven varias cabezas decapitadas, siendo una de ellas la del ex presidente de los Estados Unidos, George W. Bush. A medida que las imágenes comenzaron a circular por el mundo, la cadena de televisión HBO tuvo que pedir disculpas por las escenas.

Estas imágenes pertenecen al último capítulo de la primera temporada, cuando el heredero del trono, Joffrey Baratheon –Jack Gleeson-, obliga a su prometida Sansa Stark –Sophie Turner– a observar las cabezas colgadas, que había mandado cortar después de matar a la guardia de su padre. La escena de la discordia muestra el rostro del ex mandatario de perfil y, a pesar de que la cabeza tiene pelo largo, no quedan dudas de que pertenece a Bush.

Según el sitio estadounidense Hollywood Reporter, las imágenes fueron descubiertas por los comentarios de los propios creadores de la serie en el DVD: David Benioff y D.B. Weiss admitieron que se dieron cuenta que se parecía a Bush después de que la escena
fue grabada.

«La cabeza de George Bush aparece en un par de escenas de decapitación, pero no fue una decisión política ni una elección, simplemente teníamos que utilizar todas las cabezas falsas que teníamos a nuestro alcance. No pretendíamos ser irrespetuosos»,
comentaron.

Por su parte, la cadena de televisión estadounidense que produce la serie, aseguró que el episodio es «inaceptable, irrespetuoso y de muy mal gusto». En el comunicado, HBO explica que la cadena suele utilizar prótesis de diferentes partes del cuerpo para rodar
las escenas más escabrosas, algunas alquiladas, como sucedió con la que ha generado la polémica.

He aquí la escena de la discordia:

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