Por Seth
El dúo británico repasó sus hits de los ’80 y llenó de lágrimas -valga el chiste- a los viejitos nostálgicos, con todas esas canciones que estuvieron en los primeros puestos de los charts y que sonaron mucho por radios y en MTV durante esa década.
Y así fue que el pasado domingo 2 de octubre se presentaron en el mítico Luna Park de Buenos Aires, con hits de aquellos tiempos como Head Over Heels, Changes y Advice for the Young at Heart.
Pero, además, la presentación no fue una mera evocación de los días de los peinados batidos y los volados del New Romantic. La banda demostró que sus melodías no quedaron en el tiempo: lejos del revival ochentoso, el dúo inglés interpretó todo con un sonido impecable y un delicado trabajo en los arreglos. Una introducción de música clásica con la imagen de un ojo en la pantalla gigante fueron el preludio de la entrada del grupo formado por Curt Smith y Roland Orzabal en 1981, a quienes se unieron Charlton Pettus (guitarra), Jamie Wollan (batería) y Doug Petty (teclados), además del vocalista Michael Wainwright que se destacó con impactantes falsetes.
Everybody Wants to Rule the World, Secret World -tema que le da título a su último disco- y Sowing the Seeds of Love abrieron la noche y fueron casi una síntesis de lo que luego iría creciendo en intensidad: pop, gospel, soul, synth pop, y una explosión de psicodelia tanto en las melodías como en las imágenes de las pantallas.
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