Por Seth
Se fue nomás el Festival de la marca de gaseosas y en la última fecha, el grupo de Glasgow -Escocia- Primal Scream volvió a tocar entero su CD Screamadelica, de 1991, disco emblemático de la banda y una de las obras cumbres de los ’90. Y eso lo evidenció el miércoles, en la jornada final del Pepsi Music, con un show en el que su líder y cantante, Bobby Gillespie, se volvió el maestro de ceremonia de la desfachatez, con la presencia movediza en el escenario de un Mick Jagger ochentoso, pero con la electricidad casi epiléptica de un Jarvis Cocker de Pulp o un Ian Curtis de Joy Division.
Primal Scream pisó la capital argentina por tercera vez como parte de la gira con la que festeja las dos décadas de Screamadelica. Movin’ On Up inauguró el viaje con el mismo arrebato gospel que en el álbum. La fidelidad persistió en Slip Inside This House, Don’t Fight it, Feel It, y, a partir de Damaged, el grupo varió hacia su influencia más stoner, que luego se ratificó en Loaded con una intro tan afín a la de Sympathy for the Devil que el público no aguantó la tentación de cantar el “Uh uhhh” característico. Y así se dio un gran show.
En sí, esta es una banda de culto que tiene muchos seguidores pero que, sin embargo, no suena tanto en los medios y radios comerciales. No sabemos bien el porqué, pero recomendamos altamente volver a los ’90 y ponerle play a sus CD’s en la compactera ^^;
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